Un contagio prodigioso, por Julian Clemente

4 de diciembre de 2024 por
Cuando era un chaval, hace un millón de años, aproximadamente, crecí enamorado de  Marvel, un amor que no encontraba correspondencia en la realidad. Estaban los tebeos, claro está, y alguna serie de dibujos bastante  cutrecilla, y algún juego de tablero injugable, y unas latas de Pepsi con imágenes de héroes y villanos que, si las conservara, podría terminar de pagar la hipoteca con ellas. Pero no había nada más. Las pocas veces que aquellos personajes salían de su nicho en las viñetas solía ser sin demasiado cuidado y con resultados decepcionantes.

Ahora, un millón de años después, vivimos en la Era Marvel del cine, la televisión, los videojuegos, los pijamas, las tazas de desayuno y todo lo que te puedas imaginar. Mira que podía haber sido sencillo colocar imágenes de inventario de los personajes de Marvel en el Virus!, como una capa de personalización. Hubiera sido un producto atractivo, sin duda. Pero no es éste. Virus! MARVEL es mucho más. Sospecho que tiene mucho que ver con el dibujante, David GJ, que lleva el estilo característico que todos conocemos por el Virus! original, y sus expansiones, hasta el Universo Marvel, de manera que se identifica lo uno y lo otro. Y funciona, vaya si funciona. Y encaja en el concepto original, vaya que si encaja.

Donde antes teníamos los órganos, ahora están los héroes y heroínas.

 
El  Capitán América, como orgulloso representante de los valores de libertad y lucha contra la opresión. David ha optado por el Capi primigenio, el del uniforme original que se podía ver en su primera película y que es también muy heredero de una obra maestra del cómic,  The Ultimates, que aprovecho para recomendarte.

Thor, un Thor que aquí no se ha dejado crecer todavía la barba y que luce orgulloso su casco, ese que tan pocas veces ha llegado a vestir en el cine, pero con el que siempre le encontrábamos en los tebeos clásicos. El uniforme es heredero del que presentara Olivier Coipel en su etapa junto al guionista J. Michael Straczynski, también muy recomendable.

Iron Man, con la armadura clásica, la dorada y roja que reinventara Adi Granov para su primera película. Tras ella, hemos visto en el cine tantas variantes, o más, que en los tebeos, pero el diseño original siempre funciona, y es tan increíblemente icónico como muestra David.

  Hulk, en mi carta favorita del juego, porque es el Hulk de los pantalones morados rotos y la cara cuadrada de Frankenstein y el pelucón que le ponían a  Lou Ferrigno. Ese Hulk se popularizó en los tebeos de los años sesenta y luego se convirtió en icono popular gracias a la teleserie de finales de los setenta y principios de los ochenta.

Capitana Marvel, en cuyo aspecto descubro influencias tanto del cine como de dos diseños clave, el de los años setenta, de Carol Danvers cuando se hacía llamar Ms. Marvel, y el más reciente, el de Jamie McKelvie para su ascenso a Capitana.

La Visión, un androide tan humano que aquí se permite sonreír. Me encanta que, al atravesar las paredes, se vean Kirby dots, ese hallazgo narrativo que concibiera Jack Kirby para representar el poder desatado de un personaje.

¿Sabéis donde hay mogollón, pero mogollón de Kirby dots? En las cartas de los villanos, y estas quizás sean las más próximas a los tebeos.

Ultrón es el robot que trataba de conquistar el mundo en la segunda película de Los Vengadores y que lleva siendo la pesadilla de estos durante décadas de tebeos. Su representación evoca el estilo de John Buscema, su creador gráfico, y en ella destacan tanto los ojos vacíos como la enorme boca en forma de mariposa, en un rictus que parece sonreír: denota tanto la falta absoluta de humanidad del personaje como un sadismo que te hace olvidar que se trate de una máquina.

Loki es el hermanastro de Thor, malvado, malvadísimo en los cómics clásicos y en toda la primera fase del Universo Audiovisual Marvel. Hay unas cuantas escenas de Los Vengadores en que se atrevieron a colocarle esos cuernos tan de viñetas que luce orgulloso en la carta del juego. Es  Tom Hiddleston y al mismo tiempo el Loki de  Jack Kirby, de  John Buscema o de  Walter Simonson. Ya te digo que es una de las maravillas que consigue David.


  
La Abominación, con su careto de pez hipermusculado, fue el villano al que se enfrentara Hulk en su primera, y hasta el momento única, cinta dentro del Universo Audiovisual. En la carta se pega también a La Abominación de las viñetas, de nuevo con esos pantalones cortos que tan bien le quedan.

Lo mismo ocurre con el Barón Zemo. ¿Ves esas piececitas doradas que luce sobre la máscara? Vienen del personaje tal y como lo concibió Jack Kirby, ya que no las usaron en su aparición en Capitán América: el Soldado de Invierno.

Y también está Thanos. No lleva el Guantelete del Infinito, porque éste tiene carta en el juego para él solo y, como en el Universo Marvel, debes decidir si utilizarla o no, ya que es una carta tan poderosa como indiscriminada.

​En detalles como éste se percibe el gigantesco esfuerzo por llevar las singularidades de Marvel al mundo de Virus. También en las fórmulas para conseguir que otros personajes estén presentes, ya sea mediante cartas que inmunizan por completo (perdón: protegen por completo) ya sea mediante cartas especiales.

 
Es aquí cuando el  Doctor Extraño hace magia,  La Viuda Negra espía o  La Bruja Escarlata rompe el equilibrio de fuerzas. El espíritu de toda la saga del Infinito (Ia que fue desde el Iron Man de 2008 hasta Los Vengadores: Endgame) sobrevuela el juego, lo que hace que ya tengamos ganas de más: sueño con expansiones de Spiderman, Los 4 Fantásticos y La Patrulla-X. Estoy convencido de que la peña de Tranjis se rompería la cabeza para que encajaran las particularidades de todos ellos como aquí encajan las de Los Vengadores. Qué gran juego para un enamorado de Marvel. Qué gran juego para un enamorado de Virus.

Julian Clemente es el Editor Marvel de Panini España.