Nobel Run Historias: Dorothy Crowfoot Hodgkin

Conoce a una de las protagonistas de Nobel Run
1 de diciembre de 2024 por

(Egipto, 12 de mayo de 1910 - Reino Unido, 29 de julio de 1994)

"Quedé prendada para toda la vida por la química y los cristales."

“Ama de casa de Oxford gana un Nobel”. Ese fue el titular de algunos periódicos británicos cuando Dorothy Hodgkin se alzó con el premio de Química en 1964. Hodgkin revolucionó el campo de la cristalografía de rayos X, utilizando esta técnica para estudiar la estructura tridimensional de las proteínas. Gracias a ello, descubrió la estructura cristalina de la insulina y confirmó la de la penicilina y la vitamina B12. Pero sus logros resonaron más allá de sus aplicaciones prácticas, ampliando los límites del conocimiento científico.
   

El poder de los rayos x

Nuestra protagonista nació en El Cairo en 1910, cuando Egipto aún era colonia del Imperio británico. Tanto su padre como su madre tenían un gran interés en la arqueología, pasión que transmitieron a su hija y que le daba la oportunidad de descubrir y analizar muchos minerales. Toda la familia pasaba los inviernos en África y se trasladaba en verano a Inglaterra hasta que, con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Dorothy Hodgkin se tuvo que mudar junto con sus hermanas a Reino Unido con tan solo 4 años.

Con 10, conoció al Dr. A. F. Joseph, un amigo de la familia, quien prendió en ella la llama de interés por los minerales y cristales, al obsequiarle con un equipo de análisis. Su madre también jugó un papel importante en su pasión al regalarle un libro de Sir William Henry Bragg llamado "Concerning the Nature of Things" (1925), en el que se analizaba cómo se podían usar los rayos X para ver átomos y moléculas.

En Inglaterra asistió a la escuela primaria Sir John Leman en Beccles, luchando por ser parte de una clase de química que tradicionalmente estaba reservada solo para niños (fue una de las dos únicas niñas). Más tarde comenzaría a estudiar química en el Somerville College en Oxford. De nuevo se encontraría con pocas mujeres en su camino, donde además tenían su participación muy restringida. Por ejemplo, no podían entrar al comedor si no eran acompañadas por algún compañero.

Durante el primer año combinó química y arqueología. Fascinada por este campo, tras su graduación se incorporó al laboratorio de John Desmond Bernal para realizar el doctorado en la Universidad de Cambridge. Bernal era un hombre carismático y de ideas progresistas y en su laboratorio mujeres y hombres trabajaban como iguales. Regresó en 1934 a Oxford, donde desarrolló el resto de su larga carrera científica. Por aquella época conoció a Thomas Hodgkin, con el que se casaría en 1937 y tendría 3 hijos.

Aunque le propusieron parar su carrera, siguió investigando y fue la primera persona en la universidad en recibir una baja maternal pagada, años antes de que este derecho se instaurara en Reino Unido. Poco después del nacimiento de su primer hijo, fue diagnosticada de artritis reumatoide, una enfermedad progresiva de las articulaciones.

A pesar del sufrimiento, nunca dejó que se interpusiera en su camino de investigación.


La reina de las estructuras

Hasta entonces, la cristalografía de rayos X solo se utilizaba para estudiar estructuras cristalinas minerales o inorgánicas. Fue idea de Bernal que la técnica se pudiera utilizar también para comprender las biomoléculas. Pero Hodgkin estableció minuciosamente los parámetros que hicieron posible su uso, sentando las bases de la cristalografía de proteínas y la biología estructural.

Su mente imaginativa con una inclinación por comprender los patrones a su alrededor le dio una sensibilidad única para computar información a partir de datos de rayos X. Le llevó 4 años confirmar la estructura de la penicilina (lo que facilitó la fabricación de este medicamento milagroso) y 8 la de la vitamina B12. Finalmente, reanudó su trabajo con la insulina, que con sus 788 átomos fue la que más le costó. ¡Pero descifró la estructura en 1969, después de 34 años de arduo trabajo! Un momento que ella describe como uno de los más felices de su vida.

En 1964 se convirtió en la tercera mujer en recibir el Premio Nobel de Química (tras Marie Skłodowska-Curie y su hija, Irene Joliot-Curie) por sus logros, que no solo resolvieron algunos misterios sino que también ayudaron a abordar enfermedades como la diabetes, la anemia y las infecciones. Gracias a estos descubrimientos, también fue elegida miembro de la Royal Society de Londres y condecorada con la Orden del Mérito de mano de la reina Isabel II de Inglaterra.

Embajadora de la paz

Hodgkin fue también una firme defensora del desarme nuclear y luchó por la causa como presidenta de la Conferencia de Pugwash (organización global que trabaja para reducir los conflictos armados). Donó la mayor parte de su dinero del Premio Nobel a causas tales como becar a estudiantes internacionales en el Reino Unido y establecer guarderías para estudiantes y personal universitario.

Hodgkin nos dejó en 1994, a los 84 años, después de haber sufrido un infarto. Pero lo que siempre perdurará son sus descubrimientos, que tuvieron un impacto gigantesco en la salud y vida de millones de personas.   Historia redactada por Lorena Fernández , coautora de Nobel Run.


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